La tuta

La Tuta Absoluta.- Polilla nocturna, a la que le viene bien llamar «absoluta», porque absolutos son los daños que produce en la planta, sobre todo en fase larvaria, cuando es una pequeña oruga.

Un amigo mío me dijo que sus matas de tomates han sido atacadas por la tuta y que NO sabe qué hacer. Esta mañana –mientras estuve investigando sobre alguna solución para este problema– me enteré que otro trebujenero también tenía la tuta en sus tomates.

Aunque la tuta estaba centrada en América del Sur, NO fue hasta el año 2006 cuando se documentó por primera vez su presencia en España. En nuestra zona se encuentra desde el año 2007 aproximadamente. Antes NO se tenía constancia de que hubiese tutas en nuestros cultivos.

Bien, la tuta se reproduce muy rápido. La polilla –una palomita de unos 7 mm de longitud– es de hábitos nocturnos, mientras que por el día normalmente permanece escondida. La hembra pone desde 40 ó 50 huevos hasta 200 huevos durante su vida. De estos huevos nacerán las orugas y estas orugas son las que penetran en los frutos, en las hojas o en los tallos para alimentarse, creando perforaciones y galerías. Por esta razón, es DIFICIL acabar con la tuta; porque al encontrarse las orugas DENTRO de la planta –supongamos dentro del tomate– es DIFICIL que los plaguicidas la alcancen.

Sin embargo, lo que sí podemos hacer son DOS cosas:
1º Prevenir para que NO nos pueda aparecer esta plaga.
2º Controlar su propagación en caso de que haya aparecido.

Desde aquí hago un llamamiento a TODO buen campesino y todo hijo de campesino para que hagan las DOS cosas que acabo de decir. Lo digo porque como tengamos una invasión de tutas en nuestros campos, NO vamos a poder comer ni un tomate.

Para la prevención, lo primero y lo más importante es mantener nuestros cultivos en unas buenas condiciones, ya que la aparición de la mayoría de las plagas se deben a un debilitamiento de las plantas. O sea, que si vemos que tenemos un poco de mildiu en nuestras matas de tomates o de lo que sea, NO lo dejemos ir. Miren ustedes, desde que se pone una planta en el campo hasta que muere por sí sola, intentemos SIEMPRE vigilarla, ver cómo se encuentra, qué necesita,… Es como cuidar de un niño chico. Si el niño crece bien, perfecto; NO hay ningún problema… Ahora bien, si el niño NO crece bien, porque NO ha tenido unos cuidados suficientes, mala cuenta… Pues lo mismo pasa con las plantas. Con esto NO estoy diciendo que a l@s que le hayan entrado la tuta, NO hayan cuidado sus matas de tomates, pero a ver… ¿Es más probable o menos probable que le afecte una enfermedad a alguien que carezca de anticuerpos, que a alguien que los tenga? ¿Es lo mismo una planta que crece sana y fuerte, que otra que crece enclenque y debilucha?

Otra cosa muy importante es NO tratar con productos químicos. NUNCA empleéis productos químicos en los campos. ¿NO os dáis cuenta de que echando VENENO en los campos estáis MATANDO también a los depredadores naturales de los parásitos que hacen daño a nuestras plantas? ¿NO os dáis cuenta de que los parásitos consiguen hacerse inmunes a la química?. Muchas veces –muchísimas, diría yo– es peor el remedio que la enfermedad.

Ahora también he escuchado por ahí que quieren crear variedades de tomates resistentes a los ataques de la tuta. NO, mire, NO… Esta NO es la solución. Lo que NUNCA debemos hacer es COMPRAR planteras de tomates en las tiendas. ¿Alguien sabe de dónde vienen esas planteras?. Es preferible que nosotr@s mism@s echemos nuestras propias semillas a tener que comprar las plantas. Durante los últimos años, se está perdiendo la buena costumbre de echar planteras, algo que desde SIEMPRE hacían nuestros padres y los padres de nuestros padres. En cambio, ahora se opta generalmente por ir a la tienda y comprar las plantas que se nos antojen. Plantas que, insisto, NO sabemos de dónde vienen. Luego, esas plantas podrían traer algún virus o huevos de algún insecto dañino que a simple vista NO se ven,…

En fin, yo TODOS los años sigo con mi tradición de echar mis propias planteras de tomates… Y muy contento que estoy, oye…

Es bueno también rotar los cultivos. Si todos los años sembramos las mismas cosas en la misma zona, lo que estamos haciendo es pedir a voces que vengan las plagas a comer, que el banquete lo tienen asegurado. NO sé si me entendéis… Sembrar habas en un mismo sitio dos años seguidos, es invitar al jopo (pie de león) a que pueda venir.

Para combatir la tuta, os aconsejo que utilicéis sus enemigos naturales. Por ejemplo, los míridos, son unos insectos de la familia de las chinches, que podemos atraer a nuestro huerto si contamos con plantas refugio como las olivardas (la famosa altabaca de la que os hablé el otro día).
Una asociación beneficiosa para el tomate es el ajo, sembrar ajos junto a las matas de tomates. Los ajos defienden a los tomates del mildiu y además, repelen a ciertos insectos.

El azufre en polvo y el sulfato de cobre son buenos, sí; pero si se sabe echar en su momento. El sulfato de cobre endurece a la planta cuando es nuevecita, si está demasiado tierna, y la previene del mildiu. Mientras que el azufre se suele echar cuando la mata de tomate tiene el tamaño de un cubo de grande para ponerla tierna y permitir que dé otro tirón. El azufre retrasa la puesta de huevos de una posible plaga de tutas. También es bueno tratar con azufre porque éste actúa como acaricida contra la araña roja, como repelente de insectos, y como fungicida contra mohos y posibles hongos (mildiu, oidio,…). El azufre se echa o por la mañana muy temprano o por la tarde-noche –para evitar achicharrar a las plantas cuando el sol empieza a calentar– y NUNCA cuando hay viento.

Todo esto que os he contado son técnicas para prevenir la aparición de la tuta absoluta. En caso de que tengamos ya la plaga, pasaríamos a controlar su propagación.

Con la tuta debemos ser constantes, nunca aburrirnos, si queremos comer tomates.

Lo primero que debemos hacer cuando nuestras matas han sido atacadas por la tuta es: CORTAR todas las hojas, tallos y frutos afectados. Lo segundo es depositar estas hojas, tallos y frutos afectados en un cubo o bolsa. Si se dejan en el suelo, a los pocos minutos la oruga vuelve a la planta viva. A continuación deben eliminarse inmediatamente. Un buen método es ponerlo en una bolsa cerrada al sol, para que muera la tuta.

Lo segundo que debemos hacer es TRATAR para que la plaga NO siga propagándose. He estado investigando sobre los tratamientos que pueden aplicarse contra la tuta. Uno de ellos consiste en el empleo de ‘trampas de agua’, pero de esto NO entiendo yo mucho. Al parecer, se trata de unos recipientes llenos de agua con un humectante (jabón o aceite vegetal para que quede mejor adherida al agua la polilla) y feromonas. [En biología, las feromonas son sustancias secretadas por los seres vivos que influyen en el comportamiento de otros individuos de su misma especie]. Estas trampas se colocan a menos de 1,25m de altura y a una distancia mínima, entre ellas, de 25m.

Hay un par de productos que se pueden emplear y que son totalmente naturales o ecológicos:
* El ‘bacillus thuringiensis’, que es una bacteria inocua para los seres vivos, pero activa frente a polillas, mariposas y gusanos entre otros.
* El ‘azadiractin’ o aceite de neem.- Materia activa extraída del árbol de neem. Este producto aunque presumiblemente ecológico, tiene un amplio espectro de acción y por tanto nos mataría a insectos beneficiosos para nuestras plantas; por lo que sólo recomiendo usarlo para casos extremos.

Tanto el Bacillus thuringiensis como el azadiractin son afectados por los rayos ultravioleta del sol; por tanto, lo mejor es aplicarlos por la tarde y en periodos casi semanales o de diez días.

NO sé si estos dos productos se venden en alguna tienda de Trebujena. En cualquier caso, el purín de ortigas y el jabón potásico también se podrían emplear y, aunque NO sirvieran para la tuta, al menos para erradicar los pulgones sí valen.

Espero que estos consejos os den resultado. ¡¡Salud y Buena Cosecha!!. (Marín El Punki – Perro Loko).

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